A principios de la década de 2000, el autismo todavía era un diagnóstico relativamente nuevo y había pocos apoyos disponibles para las personas autistas. Los padres estaban desesperados por encontrar formas de apoyar a sus hijos, a veces recurriendo a dietas no probadas o costosos dispositivos de generación de voz.
Actualmente, hay nuevos apoyos y rutas de investigación como la Red de Monitoreo de Autismo y Discapacidades del Desarrollo, un proyecto de seguimiento de la prevalencia del autismo dirigido por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
Referencia: JAMA