El 5 de enero de 2020, el Departamento de Zoonosis del Instituto Nacional para el Control y la Prevención de Enfermedades Transmisibles anunció el aislamiento de un nuevo Coronavirus responsable de una ola de enfermedades respiratorias. El 30 de enero, la OMS declaró una emergencia de salud pública de importancia internacional.
A pesar de los muchos esfuerzos para aprender de la pandemia durante los últimos 3 años y las discusiones sobre los tratados internacionales de preparación para una pandemia, la respuesta global sigue siendo inadecuada y fragmentada. En 2023, en lugar de esperar el final, bajar la guardia y pensar que el problema está en otra parte, todos debemos permanecer alertas; fomentar la máxima transparencia en la notificación de casos, ingresos hospitalarios y muertes; y acelerar la vigilancia colaborativa de las pruebas de variantes y las vacunas. La pandemia está lejos de terminar.
Referencia: The Lancet